Éste es el octavo volumen de la Colección “Una saga marinera española”. A pesar de haber leído los tres primeros volúmenes no he podido seguir el orden de la saga, bueno tal vez se podría decir que no he podido aguantar la tentación de tener esta novela en mis manos y esperar a la cuarta entrega, así que me he metido de lleno con este octavo volumen, que se puede leer sin problemas sin haber leído los números anteriores.
Delgado Bañón nos sitúa en el 1795, poco después de la firma del Tratado de Basilea entre Francia y España, con el que España sellara la paz con la Francia revolucionaria, abandonando así la Primera Coalición.
Tras este tratado, Francia y España firmaron el Tratado de San Ildefonso en 1796, por el cual unieron sus fuerzas contra Gran Bretaña.
Esta Alianza llevó al enfrentamiento de la escuadra española y la inglesa en el Cabo de San Vicente el 14 de febrero de 1797. Entre los buques de la flota española se encontraba el Santísima Trinidad, entonces el mayor buque de guerra del mundo con 136 cañones y el único de cuatro cubiertas de artillería, y en el que embarcará como comandante el protagonista Francisco Leñanza.
En este volumen, de los cuatro que he leído, es donde más acción me he encontrado. Veremos a Leñanza enfrentarse a Horatio Nelson en varias ocasiones con suerte dispar para ambos protagonistas (Nelson también tuvo sus fracasos, a pesar de lo que nos han transmitido los ingleses a lo largo de la historia). También podremos encontrar una minuciosa descripción del combate del Cabo de San Vicente, a la que acompañan gráficos de la batalla y un dossier con los buques de la escuadra española e inglesa que participaron en el combate, que son de agradecer cuando se lee la novela. Y por último, el bloqueo y defensa de Cádiz ante el ataque inglés. En definitiva, mucha acción en esta novela.
Tengo que reconocer que he pasado unos ratos entretenidos leyendo la novela y a la vez, he aprendido algo de historia que nunca viene mal. Eso sí, que nadie espere personajes complejos y tramas profundas, pero sí rigor histórico en “Una saga marinera española” y sin duda que lo consigue.
Me imagino que después de esta lectura ya no llevaré ningún orden con esta Saga y lo haré según apetencias de épocas o acontecimientos históricos.
Me imagino que después de esta lectura ya no llevaré ningún orden con esta Saga y lo haré según apetencias de épocas o acontecimientos históricos.