Una novela muy bonita con ciertos toques de humor, escrita con gran gusto y sutileza, y en la que Foenkinos emplea un esquema que a mi modo de ver es original y enriquece la historia, además de aportarle una gran agilidad. Así, la novela está compuesta por capítulos cortos, y entre esos capítulos, el autor intercala pequeñas anotaciones relacionadas con la trama y que hacen referencia a datos greográficos, frases o refranes, guiones de películas, libros, canciones e inclusorecetas. Además incluye anotaciones a pie de página en el mismo tono que el resto de la narración.
Creo que la novela es en sí misma un canto a la vida pese a las connotaciones trágicas que encierra la historia. El autor trata de hacer ver al lector, con cada palabra y cada frase, la belleza de determinados detalles y la vitalidad que encierran determinados actos. Sin duda, uno nunca llega a sospechar en qué momento puede encontrar a alguien que, con sus rarezas, nos haga descubrir de nuevo el mundo. Por supuesto que la tristeza y el dolor de la pérdida juegan un papel muy importante en la trama, pero también en la vida.
A cada rato, me recordaba a Amèlie, claro que el carácter de esta película está llevado un poco más al extremo, resulta más extravagante. Supongo que también ayuda el hecho de que la adaptación cinematográfica de La delicadeza esté protagonizada por Audrey Tautou quien ya interpretara a la joven Amèlie. Pero el estilo y el mensaje es ese, sin duda.
La verdad es que me ha gustado mucho, tanto la historia como la forma de narrarla, aunque he de reconocer que me perdí un poco en el final. No soy mucho de literatura francesa sobre todo después de intentarlo sin mucho éxito con Nicolas Barreau, con él descubrí que los personajes masculinos también pueden ser (demasiado y excesivamente) cursis. Así que es un placer encontrarse con joyas como ésta.
Patri.
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