Después de la lectura de Khimera, me he animado con
la lectura de Memento mori, primera parte de la trilogía Versos,
canciones y trocitos de carne, y tengo que reconocer que ha
sido todo un acierto su lectura.
La novela comienza en Valladolid con el hallazgo del cadáver
de una joven a la que han mutilado los párpados y acompañado con unos versos
que dan a entender que no va a ser último asesinato.
la investigación del crimen será llevada a cabo por el
inspector de homicidios Ramiro Sancho de la comisaría de Valladolid. Ante la
complejidad del caso, la policía "echará mano" de un especialista en
asesinos en serie un tanto peculiar ex agente de la KGB, Carapocha.
El trío de protagonistas lo completa el propio asesino,
Augusto Ledesma, millonario, culto, narcisista y psicópata en el que la música
y las obras de la literatura universal tienen un papel importante.
La obra te atrapa desde el primer momento, con un lenguaje con
mucho ritmo y muy cinematográfico con el que no puedes parar de leer. La novela
va mucho más allá de los pasos del inspector para esclarecer el caso. Nos
encontramos con la perspectiva del asesino que nos ofrece su visión de cada
paso y acto que realiza, siempre "acompañado" de Depeche, Bumbury,
The Cure, Love of lesbian... y autores de la literatura universal.
Un thriller frenético, con giros inesperados, en el que será
inevitable que leas al lado de un dispositivo para escuchar música en algunos
momentos.
Un saludo
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