Esta novela está formada por cuatro relatos breves que tienen como protagonistas a los dos detectives de la guardia civil creados por el autor Lorenzo Silva, Rubén Bevilacqua y Virginia Chamorro.
Él se muestra como un hombre íntegro, perspicaz, ingenioso, respetuoso con los muertos y con los sospechosos, con cierto sentido del humor. Presume de no haber hecho nunca un mal uso de su autoridad y de no haber causado sufrimiento gratuito. Es algo en lo que suele insistir como una forma de desmentir la idea popular sobre la Guardia Civil, quizá más propia de otra época. Ella, una mujer con aplomo, seria, meticulosa en su trabajo, diligente, algo resentida con el género masculino, al parecer sentimiento provocado por las atrocidades que ha tenido que presenciar a lo largo de su carrera, pero que no deja de ser un prejuicio. En su conjunto, una pareja de sabuesos que sabe hacer bien su trabajo, que se entienden. Dos personas entre las que hay buena relación, que incluso disfrutan tomándose el pelo, siempre desde el respeto y la confianza de años trabajando juntos. Es gracioso comprobar que no dudan en lanzarse pullitas como una forma de mantener viva su relación.
El título genérico, tomado del primero de los relatos, supongo que viene a decirnos que todos los muertos merecen el mismo respeto y el mismo interés por parte de quienes tienen como trabajo esclarecer todos los aspectos que rodean la muerte de esas personas, que de una u otra forma, circunstancias que dejan de importar, encontraron la muerte a destiempo. No hay que dar nada por supuesto porque a veces las cosas no son como parecen aunque todo apunte en ese sentido. Es una novela que invita al cambio de perspectiva, a mirar con otros ojos, a sospechar de lo evidente.
El primero, Un asunto rutinario en el que todo apunta a un ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de drogas. Éste debió ser de los primeros relatos porque, según cuenta, la pareja debe usar como propios los coches que confiscan, más adelante lo apunta como una anécdota del pasado, así que supongo que en ese aspecto mejoraron. "No sabía que nuestro parque móvil, merced a la providencia del legislador y la penuria de nuestro presupuesto, procedía de los bienes incautados a narcotraficantes y otros delincuentes. Conducíamos aquello que se ajustaba al gusto de nuestros enemigos, lo que contribuía al incógnito". Pgs 17 y 18.
También tiene otras frases que a mí me han gustado especialmente, y como no quisiera contar mucho sobre la trama de los asuntos de estos investigadores, teniendo en cuenta que son relatos de 60 páginas de media, no sería complicado caer, así que os pondré algunas:
"El cariño y las atenciones que te piden los muertos se los acabas robando a los vivos". Pg 50. "Para nosotros nadie vale más que otro, señora - dije, sin embargo -. Nadie merece que lo maten y no haya quien se preocupe." Pg 65.
Un asunto familiar que me pareció especialmente duro, en el que una niña de no más de doce años aparece asesinada en el campo con signos de haber sido agredida sexualmente, además todo apunta a alguien de la familia más cercana. Lo que más me impactó es la falta de motivo, el que una cosa lleve a la otra, sin más, sin explicación. Vila y Chamorro tiene que enfrentarse a los padres y darles los detalles de su muerte y no me extraña que después de esto prefieran otro tipo de casos.
"Todas las muertes son deprimentes, pero cuando se trunca una vida joven, después de usarla para realizar deseos sórdidos, cuesta mucho encontrar la manera de volver a creer en los semajantes". Pg 80.
En Un asunto conyugal le toca el turno a los malos tratos, así una mujer aparece asesinada y el principal sospechoso es su marido que además cuenta con una larga lista de denuncias por parte de su mujer. Tenemos las pruebas, que serán más o menos concluyentes, un juicio popular, la presión de políticos y prensa, las dos familias enfrentadas, cada una con una visión diferente de la historia. Un caso muy completo.
"-Ay, Chamorro -dije-, con lo bonita que podría ser la vida si la gente aprendiera a contar hasta diez algunas veces.
-A lo mejor entonces estábamos en el paro.
-Cierto. A lo mejor es que estamos predestinados. El buen Dios, que hace lobos asesinos, también ha de hacer perros policías como nosotros. El buen Dios tiende a preferir las cosas simétricas." Pg 134.
Sólo queda Un asunto vecinal, pues no podía faltar uno dedicado al roce diario entre vecinos, a lo que si le sumas un poco de xenofobia sólo puede resultar un asesinato.
En fin, para ser el primero que leo de este autor y de esta pareja he quedado bastante satisfecha de una novela que resulta cercana y permite reconocer la realidad española de ese momento, la novela se publicó en 2004 pero los relatos son anteriores, con problemas o situaciones que aún hoy persisten o incluso se ha agravado. Una buena novela policíaca.
Patri.
Yo de Lorenzo Silva me he leído "El alquimista impaciente" y la verdad es que me resultó entretenido. Aunque me gustó mucho más "La flaqueza del bolchevique".
ResponderEliminarEste libro que reseñas siempre me había llamado la atención por la portada, pero después de leer que son relatos cortos, creo que voy a pasar. Tengo la "falsa" creencia que una novela negra ha de ser más o menos extensa.
Yo, en verdad, no tengo con qué comparar porque es el primero que leo de esta serie pero me parece un buen comienzo, quiero decir, que no será el último que lea. Es verdad que son relatos cortos y que en tan pocas páginas es muy difícil profundizar en la personalidad de los protagonistas, en los contextos o en los hechos, es verdad que necesitan que todo vaya sobre ruedas pero el desarrollo de la investigación me parece correcto, no se precipita nada. Y no por eso el autor se priva de criticar o de hacer pensar al lector sobre los actos humanos. En realidad es un conjunto de relatos bastante entretenido sin más.
ResponderEliminarYo también leí La flaqueza del bolchevique, me gustó mucho. Y también del mismo autor EL blog del inquisidor, también muy bueno aunque de final desconcertante.
Creo que me lo voy a apuntar para una próxima lectura, aunque tengo unos cuantos pendientes (más de los que me gustarían). Saludos
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