Adara es una chica diferente, diferente a sus hermanos,
diferente a los habitantes del poblado en el que vive. Su nacimiento la marcó,
nació en el duro invierno y su madre murió en el parto. Adara es una chica del
frío, le encanta el invierno, estación en la que es feliz y en la que puede estar
con el dragón de hielo, tal vez el único que la comprende.
George R. R. Martin, tiene algo que hace que te atrape, da
igual que sea en un registro más fantástico, o de terror, o ciencia ficción, te
engancha. La forma de narrar, la descripción de los paisajes, de los personajes, es
magistral. Consigue desde el primer párrafo que ya no te despegues de lo que
estás leyendo y eso está al alcance de unos pocos.
El dragón de hielo
es uno de esos relatos cortos, de los que Martin tiene unos cuantos y aunque pensado
para niños (la editorial en España lo publicó en ese sentido) es un cuento para
gente con una cierta edad, no sé para que edad porque eso de clasificar obras
por edades es muy complicado, pero por lo menos para lectores con cierto uso de
razón.
Escrito en 1980, dieciséis años antes que Juego de tronos, El dragón de hielo, aunque en ningún momento lo menciona, rezuma Poniente por todas las páginas del cuento: inviernos
duros, batallas entre el norte y el sur, dragones, fuego, hielo… tal vez Martín
ya estaba barruntado lo que dieciséis años después escribiría. Incluso Martin
se permite el lujo de hacer guiños en Juego
de tronos cuando la Vieja Tata contaba historias de dragones de hielo a los
pequeños Stark.
¿Un guiño o algo más? Nunca se sabe con el bueno de Martin.
Saludos
Qué ganas tengo de hacerme con él, lo he tenido en la mano y la edición es una monada =)
ResponderEliminarBesotes