Anoche terminé de leer este libro con gran desilusión. Siento decir que no me gustó nada y si lo siento quizá sea porque ya había leído otras cosas de esta autora con muy distinto resultado.
La historia empieza bien y desde el principio promete, Jèrôme Angust intenta leer en la sala de espera de un aeropuerto cuando un desconocido se acerca a él deseoso de mantener una conversación que amenaza con durar todo el tiempo que su vuelo tarde en salir. Jèrôme no está dispuesto a aguantar al pesado de turno pero éste le obliga, literalmente, a escuchar, puesto que, además, Jèrôme tampoco tiene muchas más opciones. Y ahí que empieza Textor Texel a narrar los episodios más sórdidos de su vida. A partir de éste momento, la historia comienza a degenerar hasta límites insospechados que rozan el surrealismo más surrealista y extraño que uno se pueda imaginar. Textor Texel resulta ser realmente odioso y muestra una mente enferma y sin moral. La historia da giros que te dejan con la boca abierta y hay diálogos muy buenos entre los dos protagonistas llenos de sarcasmo y un humor muy negro. Y su final es cuanto menos desconcertante, puede que ese sea el problema. Pero creo que eso no es suficiente para pasar de mis dos estrellas, que será la puntuación que daré a este libro.
Si tuviera que hacer una lectura más allá de la propia lectura, supongo que esta novela habla de la moral de cada uno y los límites que nos establecemos a nosotros mismos en base a dicha moral y que son los que nos guían a la hora de comportarnos y actuar, la pregunta que plantea Amélie Nothomb en esta novela es qué pasaría si siempre hiciéramos lo que nos apeteciera en cada momento sin plantearnos si está bien o mal o sin pensar en las consecuencias de nuestros actos o en las personas a las que afectarían. Qué pasaría si diéramos rienda suelta a esa parte reprimida por la moral. Un caso similar al de el Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
La verdad es que Amèlie me gusta mucho más cuando escribe sobre su propia vida y experiencias personales, aunque supongo que en esas novelas habrá partes inventadas y escenas descritas desde su subjetividad y quizá algo sobreactuadas, preferí leer Estupor y temblores o Ni de Eva ni de Adan que ya, desde aquí, aprovecho para recomendar.
Vuelvo con Jane Eyre. P. Brown
P. Brown, coincido contigo en que es una de las novelas que menos me han gustado de Nothomb. Sin embargo, discrepo contigo en que sea una novela de Ciencia Ficción. ¿Te has leído bien el final?. ¿No crees que es más bien una obra que raya en lo subrrealista hasta llegar a su parte moral?. Yo cada vez esta más desubicada hasta que descubrí de qué trata realmente la obra.
ResponderEliminarPara los que no lo hayáis leído, sé que todo esto parece muy enigmático, pero claro no se puede decir más sin destripar la obra. Si os ha entrado curiosidad, es una novelita muy breve. No os llevará más de una tarde, y así nos decís que os parece.
Sí, claro, estoy de acuerdo contigo en que la base de esta novela es la moral y sobre todo sus límites pero no me negarás que el final es, sí, surrealista, pero el surrealismo no es un género literario, dónde podría ponerlo entonces?
ResponderEliminarEl próximo que leeré será Sabotaje amoroso, después de éste me considero toda una valiente, aunque es más por crearme una opinión definitiva sobre la autora que ahora mismo me tiene desconcertada, pero como siga en la misma línea, me cuelgo. Será toda una decepción porque Amèlie Nothomb para mí estaba en un pedestal.