Christof vive en Francfort, Christophe en París , Christopher en Londres y Cristòfol en Barcelona. Los cuatro son hermanos del mismo padre y de diferentes mujeres, Sigrun, Mireille, Sarah y Rita, pero ninguno conocía la existencia de los otros hasta que el destino los unió, la búsqueda de su padre desaparecido.
Los cristóbales, eran hijos de Gabriel Delacruz Expósito. Abandonado por su madre, se crió en el orfanato, donde conoció a su amigo Bundó. Ambos, acompañados por Petroli, trabajaran para una empresa dedicada a las mudanzas internacionales, La Ibérica. Otra de las particularidades de Gabriel, fundamental en transcurso de la novela, es su afición por las cartas.
Sus cuatro hijos a través de las entrevistas a su compañero de trabajo Petroli, Carolina (novia de Bundó), lo que les contaron sus respectiva madres y un diario en el que Gabriel describe el contenido de la caja que se quedaban en cada mudanza que hacían, van reconstruyendo la vida de su padre, todo ello con el objetivo de encontrarlo.
¿Lograrán encontrar a su padre? ¿Por qué les pusó Cristóbal a sus hijos?
De esta novela de carretera en la que encontramos un poco de novela picaresca, dosis de humor, drama e intriga, me llamó su atención su argumento que me pareció muy original. El autor hace una gran labor en mostrarnos la España de los 60-70, deseosa de salir al exterior, de una Alemania con los emigrantes españoles en busca de trabajo, del París del 68, del Londres donde se iban a abortar las hijas de familias ricas.
Pero tengo que reconocer que no me ha convencido muy a mi pesar, ya que la empecé con muchas ganas. No sé si porque a veces no conseguía diferenciar bien al narrador, o porque a veces no diferenciaba si estaba en un tiempo pasado o presente, pero me costaba avanzar.
Mezcla momentos muy buenos, en los que su lectura te atrapaba, con otros en los que su lectura me era pesadísima.
A lo mejor no era el momento más adecuado para leerme esta novela, pero no ha logrado “engancharme”.
Bueno Entorviscao, !vaya chasco!. Había echado el ojo a este libro y lo tenía entre mis lecturas pendientes. Después de leer tu reseña no sé si animarme a leerlo. Solo una cosa más:¿Novela de carretera? ¿es un género nuevo? Qué curioso, me acabo de acordar de un anuncio sobre un juego de mesa que decía: aceptamos pulpo como animal de compañía. Buenas noches.
ResponderEliminarMuy bueno, la verdad es que a mí tampoco me convence pero toca tantos palos que no sé como catalogarla. Novela de carretera suena a libro que se compra en la gasolinera y eso tampoco es plan.
ResponderEliminarPero igual que hay "road movie" por qué no va a existir un road book (bueno, así es como se denomina el libro de anotaciones de los copilotos) o road novel.
La verdad que tampoco me gusta, pero hice la reseña y lo olvidé. Lo cambiaré por algo más apropiado.
Por otro lado no estaría mal que lo leyeses a ver si alguien me abre los ojos, yo creo que es una novela que tiene mucho más.
Pues a mi me gustaba "Road novel". Podriamos inaugurar un nuevo género. De todas formas, a mí me ha pasado como a Miss Marple, le tenía ganas a este libro, pero después de la reseña de Entorviscao, creo que lo voy a dejar, a ver si alguien me da mejores sensaciones.
ResponderEliminarVeo que has cambiado la etiqueta y le has puesto una más ¿acorde?, se podría decir. Aunque por lo que cuentas, posiblemente podría encuadrarse en más géneros. Sea como fuere, agradecida y emocionada (como diría Lina Morgan) o era ¿agradecida e ilusionada?...
ResponderEliminarPor cierto, bromas aparte, he decidido leer estas “Maletas perdidas”, a ver que tal.
Miss Marple espero tu opinión a ver si te deja otro sabor de boca del que me dejó a mí. Y ya dirás cómo podemos clasificar esta novela.
ResponderEliminarEsperamos tus comentarios que siempre tienen "sustancia".
MeiMei anímate cuantas más opiniones haya sobre una obra mucho mejor para hacerse una idea más adecuada.
Saludos
Todavía bajo los efectos de la lectura de estas “Maletas perdidas” me dispongo a escribir mis impresiones sobre la misma – lo prometido es deuda.
ResponderEliminarLa historia de estos personajes – Gabriel Delacruz (ausente, pero a la vez presente), los cristóbales, Bundó, Petroli, las madres, Carolina… - me ha enganchado, conmovido, entretenido.
Como tu apuntabas, Entorviscao, la historia tiene muchos saltos temporales - se entremezclan las voces del presente con las del pasado constantemente a lo largo de la novela. Pero a mi no me ha parecido que te hagas un lío a la hora de seguir la trama. Se distingue perfectamente quién cuenta en cada momento.
El autor ha arriesgado a la hora de plantear la estructura de esta novela: la elección de la 1ª persona del plural – las voces de los cristóbales – para contarnos la historia, no es muy frecuente. Si bien al principio me desconcertó un poco, luego me fui acostumbrando. Las voces de los cristóbales son convincentes. En este caso, el autor ha sabido camuflarse en esas voces. Te da la sensación de que son ellos los que cuentan la historia y no el autor.
Me ha gustado mucho el planteamiento de esta historia: de algo tan prosaico como un camión de mudanzas y sus trabajadores (que a priori, no parece que haya mucho donde rascar) el autor saca adelante una historia consistente, con la suficiente fuerza como para interesar.
Pero (casi siempre hay un pero) lo que no me ha gustado es el final. Los últimos capítulos derivan en una trama un tanto rocambolesca que no pega, parece un pegote que está de más. Quizás el autor debería haber prescindido de él y acabar la novela un poco antes. ¿Opinas lo mismo?
En cuanto a cómo clasificar esta novela, ahora te entiendo, Entorviscao, en lo difícil que te resultaba encuadrarla en un género. Tú apuntabas: “De esta novela de carretera en la que encontramos un poco de novela picaresca, dosis de humor, drama e intriga” es cierto, en la novela hay todo esto y también es crónica social; entonces, ¿dónde ubicarla?. La novela de Jordi Puntí es una historia coral donde múltiples narradores alzan la voz para contarnos la vida misma. ¿Novela realista? No sé, ¡qué indecisión, no se me ocurre nada más!. Quizás sea mejor dejarla en drama que es como un cajón de sastre donde cabe todo.
Una novela entretenida, bien escrita (a pesar del final que no está a la altura del resto) que merece la pena leer.
Pues me alegro que te haya gustado. Tal vez esa forma novedosa de contar la historia, como tú bien dices, fue lo que no me atrajo.
ResponderEliminarHabía momentos que me parecían muy buenos, como su camino a la mudanza en Inglaterra, o la mudanza en París, con otros que me costaban horrores, sobre todo el de Rita.
Por otro lado estoy totalmente de acuerdo contigo respecto al final, cuando llegas a esa parte, como tú bien dices "rocamblesca" y lo comparas con todo lo anterior que ha sido tan minucioso, te deja un poco frío.
Tal vez esa mezcla de momentos buenos con otros que me costaban y unidos con el final me dejó tan indeferente.
Saludos