En la anterior novela de Wellington (99 ataudes), Arkeley aceptó la maldición y se convirtió en vampiro para salvar a Caxton. Pero ninguno de los dos agentes oficiales contaban con que la maldición le acabaría convirtiendo en una auténtico vampiro dominado por una imperiosa necesidad de sangre humana.
Pese a todo y antes de que la maldición tome el poder, Arkeley jugará con ventaja frente a Caxton, puesto que conoce de sobra todos los puntos débiles de los vampiros y además cuenta con un arma. Será prácticamente imposible acabar con él.
Arkeley vislumbra las ventajas de la vida eterna haciendo caso omiso de sus sinsabores, y quiere compartirlo con todos los seres amados durante su vida mortal. Lo intentará con su exmujer y sus hijos. Caxton será la encargada de intentar detenerle.
Esta es la tercera entrega de Vampiro Tales y cada vez pierden más fuelle. Los personajes son previsibles y la trama mucho más. Sabemos desde el primer tercio como acabarán las cosas y pocas sorpresas al respecto nos encontramos. He de decir que el primero me gustó (reseñado aquí: http://ytuqlees.blogspot.com/2011/07/13-balas-david-wellington.html), después de una vorágine de vampiros dulces y encantadores, porque por fin había sangre y maldad en grandes cantidades, pero las novelas se van desinflando exponencialmente al número de su entrega. Así que pese a saber que hay un cuarto volumen, he decidido dejarlo aquí por el momento. Ya veremos si más adelante (dentro de un par de años y con un aburrimiento mortal encima) me decida a leer el cuarto (y espero que último).
Este libro tendrá solamente dos estrellas. Puede que a la saga completa le diera 3 por la cantidad de sangre, pero hoy no me siento demasiado generosa.
Un saludo.
Meimei.
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