Reconozco que siempre me han gustado las historias relacionadas con el mar, los piratas, los barcos, algo extraño siendo persona de meseta. Este tipo de libros los empiezo con mucha ilusión y acabo, salvo excepciones, un poco desencantado, sobre todo con las famosas sagas de Patrick O’Brian o Alexander Kent, que para mi gusto pecan un poco de chovinistas.
Pero últimamente están apareciendo multitud de autores españoles que están aportando calidad a este género de las novelas marítimas. Uno de estos autores es Luis Delgado Bañón, Capitán de navío, Director del Museo Naval de Cartagena y escritor, que se ha propuesto narrar la historia de la Armada española desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta la Guerra Civil de 1936, en cuarenta y seis novelas, a lo Benito Pérez Galdós.
Esta novela es la primera de la serie Una Saga Marinera Española. En ella Francisco Leñanza, un joven castellano, aburrido de la vida que le depara su pueblo, se lanza en busca del mar y las aventuras que éste le darán. Pero lo que comienza como una ilusión pronto se convertirá en una pesadilla. Culpado por un delito que no cometió será condenado a presidio y forzado de galeras, uno de los peores castigos de la España del S. XVIII. Así cumplirá su sueño, conocer el mar, pero encadenado a un banco de una de las galeras de la Armada, la Galera Santa Bárbara.
El autor hace una reconstrucción de la vida que esperaba a un delincuente, inocente o no, en un presidio de la época, así como el funcionamiento de las galeras que operaban en el Mediterráneo para la defensa de las costas y captura de los piratas. Además veremos como Francisco Leñanza, apodado Gigante por sus compañeros de presidio, acostumbrado a la tranquila vida de su pueblo, se convertirá en un hombre desconfiado y vengativo, debido a los enemigos que le irán apareciendo, aunque también se ganará la amistad de gente que jamas habría imaginado y a los que siempre les estará agradecido.
Hay que alabar la rigurosidad histórica de la novela, algo de lo que muchas veces carecen las novelas de los autores anglosajones. Igualmente es de agradecer el esfuerzo del autor para que los lectores no se pierdan con los términos marineros, acompañados con notas a pie de página, así como ilustraciones y mapas.
En definitiva una buena novela marítima e histórica, y que me deja con la curiosidad de que va a acontecer a la familia Leñanza a lo largo de tantas generaciones, ¿Me leeré las cuarenta y seis? la segunda y el tercera ya las tengo y creo que ya va por catorce publicadas, prometo que si lo hago las reseñaré. Y si alguien se anima con alguna de ellas, que no se preocupe, se pueden leer de manera independiente, no hace falta llevar ningún orden.
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