Me gustó mucho la historia de los miembros de esta familia. Cómo Sylvia, una adolescente con ciertos problemas para relacionarse con sus compañeros de clase, conoce por accidente a Ariel, un joven recién aterrizado desde Buenos Aires y presentado como la nueva promesa del fútbol español, cómo su padre, Lorenzo, a quién no le va demasiado bien, ni en lo sentimental ni en lo laboral, empieza a entablar amistad con la mujer que cuida al niño de la vecina de arriba y cómo Leandro, el abuelo, intenta hacer frente a la enfermedad que tiene postrada a su mujer en la cama. Tres personas en edades diferentes que atraviesan una crisis que les empuja a no saber muy bien cómo enfrentarse al momento de su vida en el que se encuentran y de la que sólo tratan de sobrevivir. Es curioso porque, al parecer, hay momentos en que los adolescentes son capaces de tomar decisiones adultas en situaciones en las que sería más fácil dejarse llevar y sin embargo, los adultos, al llegar a ciertas edades, son capaces de hacer estupideces más propias de sus nietos incluso sabiendo cuáles podrían ser las consecuencias, acaso piensan que a esas alturas ningún precio es caro de pagar?.Además de las situaciones a las que se enfrentan estos personajes, he de decir que la forma en que son presentados y la manera en que el autor describe a sus protagonistas me pareció, cuanto menos, singular. Es una narración en la que a penas hay diálogos, algo a lo que, en un principio, no estaba muy acostumbrada pero una vez superados los reparos iniciales, es muy fácil disfrutar de esta novela. Igual de fácil que resulta recomendarla.
Si algo nos enseña es que en la vida hay que saber perder porque esa es la única forma de poder continuar con nuestras vidas cuando las cosas no suceden como nos gustaría.
P. Brown
Es curioso que un país como este en el que el fútbol es tan importante en todos los niveles, tanto en el económico, como en el de aficionados y en el deportivo, no haya muchas novelas relacionadas con este tema.
ResponderEliminarEso es cierto, pero ten en cuenta, que los jugadores de futbol no dan para un libro. Es decir, que a parte de jugar bien al futbol (alguno), ganar millones y vestir como modelos de pasarela o poligoneros de barrio, poco más se puede contar de ellos. Aunque hay tenemos varias biografías de Maradona y los cuentos de futbol de Valdano. Pero es cierto, hay pocas novelas relacionadas con el deporte en general, ¿no?.
ResponderEliminarMe encantó este libro, es de mis favoritos y tampoco me canso de recomendarlo. Es más, cualquier día lo releo, porque me dio pena que sus personajes me dejaran de acompañar cuando llegó el momento de terminarlo...
ResponderEliminarA mí también me gustó, y también es uno de mis favoritos o, al menos, uno de los que mejor recuerdo guardo. De hecho siempre que tengo ocasión lo recomiendo.
ResponderEliminarAl principio me pareció un poco raro porque casi no tiene diálogos pero en cuanto te acostumbras es una maravilla. Pero sí que me dejó una sensación rara cuando terminé de leerlo y luego estuve varios días dándole vueltas a las cosas, la verdad es que no deja indiferente.