Hoy vengo a recomendar este libro. Y a recomendarlo muy mucho.
El Club de la Buena Estrella de Amy Tan, fue un amor a primera vista, pero he de reconocer que luego me dejé tentar por otros. Llevo mucho tiempo con él pendiente. Acababa pasando por mis manos docena de veces o alguien me hablaba de la película y era practicamente un eterno pendiente. Esto se debe a que lo anterior que leí de Amy Tan (La hija del curandero), me gustó pero no me dejo esa sensación de querer más del mismo autor. Así que decidí darme un tiempo para leer este... pero cuál ha sido mi sorpresa al verme totalmente absorbida. Dos generaciones de mujeres chinas que se reúnen regularmente para jugar al Mah-jong y disfrutar de su compañía. Sus historias nos presentan una visión de presente y futuro, de la ruptura con sus tradiciones y con sus hijas, irremediablemente americanas...
Cada una de estas mujeres esconde un pasado impactante y maravilloso que acaba enamorándote del libro.
Para mí la historia más bonita es la que abre y cierra el libro... ¿y para vosotros?
Espero que lo disfrutéis tanto como yo.
Meimei.
Pd: Creo que a la mitad del libro, me pregunté porqué se harían llamar el Club de la Buena Estrella, cuando precisamente sus componentes no han tenido mucha suerte...
Yo en cambio llegué a este libro después de leer "La hija del curandero" como tú, pero con ganas de más de la autora, aún así pasó bastante tiempo hasta que leí "El club de la buena estrella" y para entonces ya había visto la película.
ResponderEliminarComentar que tanto en una obra como en la otra, me emociona y hasta me provoca cierta ternura la manera en que se aborda el tema de la tradición china y los recuerdos como algo muy frágil capaz de diluirse en el devenir de la vida occidental moderna de las nuevas generaciones criadas en Estados Unidos y los esfuerzos que son necesarios para mantenerlos vivos, ya sea luchando contra el olvido o por el dolor que provoca su recuerdo.
No sé a vosotros, pero la sensación que me quedó tras su lectura es la de reconciliación con mis ancestros y una ávida necesidad de conocer detalles de sus vidas (tras un par de interrogatorios, mi madre me acabó mandando a paseo... es broma)
Pues lo dicho, una lectura totalmente recomendable capaz de calmar el espíritu. Conozco a quien cada cierto tiempo recurre a sus páginas para ordenar su cabeza gracias a su estructura perfecta de cuadrado: Cuatro palabras en su título original, cuatro historias de madres, cuatro historias de hijas, cuatro extremos en una mesa preparada para jugar al mah-jong... una simetría perfecta que no se debe romper aunque una de las piezas desaparezca porque de lo contrario es imposible continuar con el juego...