Es curioso las coincidencias que tiene la vida: estaba leyendo este libro donde se habla de los copos de nieve y, ojeando la prensa me encuentro con un artículo titulado "La singular arquitectura de los copos de nieve". Me encanta este tipo de serendipias.
La historia de esta novela es la siguiente: En el Nueva York de 1893, Piero Piambo es un pintor que está pasando una crisis creativa. Un día recibe una oferta un tanto especial: una misteriosa mujer, la señora Charbuque, le propone un lucrativo encargo, hacerle un retrato, con una condición: Piambo no podrá verla. Ella se mantendrá oculta mientra le va contando su vida, dándole pistas por las que él debe adivinar su apariencia.
Mientras Piambo se pone manos a la obra intentando imaginar el aspecto de la señora Charbuque, varias mujeres aparecen muertas (de forma muy extraña) por la ciudad. Al tiempo que la relación de Piambo con la enigmática dama va estrechándose, éste sospecha que esas espantosas muertes, el retrato y la propia señora Charbuque están relacionados.
Con la voz del pintor Piambo, el autor nos introduce en un Nueva York de finales del siglo XIX un tanto inhóspito y a veces claustrofóbico.
Las descripciones son minuciosas, de una plasticidad muy efectiva - la luz a diferentes horas del día, las distintas tonalidades del cielo, el aspecto de los personajes (excepto el de la señora Charbuque, por supuesto)-.
Por un lado, vamos conociendo la vida diaria de Piambo, sus relaciones personales y profesionales. En el libro se hace alusión a personajes de la época: pintores, políticos, gente de la sociedad de entonces. Asistimos al proceso de creación de una obra de arte con interesantes reflexiones.
Por otro lado, escuchamos, con una mezcla de desconcierto, asombro e incredulidad - igual que Piambo- las fantásticas y surrealistas historias que cuenta la señora Charbuque. Y entre medias, esas terribles muertes.
En esta atmósfera inquietante, Piambo se ve implicado en un juego perverso que le acerca peligrosamente a la locura.
El autor se mueve como pez en el agua manejando subtramas dentro de la trama principal que van encajando como un puzzle hasta completarlo.
Lo que más me enganchó fue la trama de intriga que ronda alrededor del personaje de la señora Charbuque. Me puede la curiosidad y quiero saber ¿Quién es esa misteriosa mujer? ¿Conseguirá Piambo hacer su retrato? ¿Qué pasa con esas inexplicables muertes?
Copos de nieve, un biombo, "los Gemelos", un brazo de mono, un camafeo, nuez moscada, "las Lágrimas de Cartago". Mézclese todos estos ingredientes y saldrá un cóctel concentrado de fábula fantástica y misterio.
A veces me impacientaba porque quería que la historia avanzara más deprisa y, como suele suceder casi siempre, el desenlace se hace esperar, solo será en la páginas finales cuando todo se esclarezca.
Tengo que hablar del final de la novela: el epílogo, redondo, genial, muy acertado. En esta ocasión no está de más como ocurre en otras novelas.
Una buena novela con un toque de humor irónico, un juego entre realidad y ficción, con misterio vertido en dosis precisas. La lectura de esta novela me ha absorbido por completo. El autor me era totalmente desconocido, ha sido un hallazgo muy gratificante.
Muy, muy interesante. Gracias por compartirlo. Me pongo a buscarlo ya!
ResponderEliminarNo había oído hablar de este libro antes pero siempre es bueno descubrir nuevas posibles lecturas. Gracias Miss Marple.
ResponderEliminarMe lo acabo de conseguir. He leído de Ford, La fisiognomía, que me gustó bastante. Saludos.
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